Arthur y Bernardo, dos gemelos nacidos en Brasil, han celebrado el éxito de un proceso que ha durado cuatro años pero que ha acabado con final feliz. Unidos por la cabeza desde el nacimiento, ambos compartían un 15% del cerebro y una vena encargada de llevar la sangre de vuelta al corazón.
Los siameses tenían un pronóstico muy grave ante una dolencia muy rara, pasando más de tres años hospitalizados y con posibilidades de supervivencia muy bajas. El equipo de profesionales sanitarios, integrado por más de 100 médicos, decidieron ponerse en contacto con un especialista inglés.
En total, llevaron a cabo siete intervenciones. En las dos últimas, invirtieron la friolera de 33 horas. Tras lograr dividirles, fueron necesarias otras ocho horas de reconstrucción craneal. Finalmente, el largo proceso acabó con celebración en el quirófano.
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