- La sobreprotección es uno de los elementos que los padres deben evitar pues puede crear ansiedad en los niños.
“Quiero que tanto los padres y docentes tengan herramientas para educar a los niños de tal forma que no requieran ir al psicólogo. No todos pueden pagar esas sesiones, pero todos podemos dedicar calidad de tiempo suficiente a nuestros hijos”.
Con estas palabras, el escritor y psicólogo uruguayo Alejandro de Barbieri, autor del libro “Educar sin culpa”, introdujo la charla dirigida a educadores y padres de familia en el Centro Educativo Bilingüe Nueva Esperanza.
Según el libro “Educar sin culpa”, los padres y madres deben de recuperar su rol en este proceso educativo, es decir, no buscar un sustituto o reemplazo para enseñar a sus hijos, tal como el internet y los aparatos electrónicos u otros familiares. Los padres deben ser conscientes de su responsabilidad y aceptar su rol con madurez. “Yo soy psicólogo, pero con este libro busco la prevención”, dice de Barbieri.
El autor uruguayo enfocó su charla en cómo desarrollar y utilizar herramientas para educar a los niños de manera asertiva y sin remordimientos, y realizó una síntesis de los tres consejos más relevantes que vienen en su libro para poder educar sin culpa a los hijos.
No sobreproteja a sus hijos: Educar es frustrar, así arranca la obra del autor uruguayo. Lo que quiere decir es que los padres están en una búsqueda constante de “aprobación” o generar cariño con sus hijos, por lo que quieren complacerlos en todo. Sin embargo, de Barbieri asegura que la frustración debe ser parte del proceso educativo, esto no tiene relación con la violencia, pero sí con poner límites y decir no cuando es necesario con mucha firmeza, pero con mucho amor. Sobreproteger a los niños es alejarlos de la realidad de la vida, lo cual generará ansiedad en un futuro próximo. Cuando se usa la frase “yo no quiero que ellos sufran lo que yo sufrí” refleja que aún no hay una reconciliación con el pasado y es ahí donde entra la culpa.
No delegue la educación de sus hijos en docentes y psicólogos: Si bien es cierto, los profesores y profesionales en la salud mental son valiosos aliados en la educación de los hijos, no deben ser quienes carguen el mayor porcentaje. La figura de los padres es irremplazable, la familia sigue siendo el ambioma donde se teje el sentido de la vida.
Los hijos son un milagro, no un problema: Muchas veces los padres y madres de familia han tenido un largo día de trabajo, frustraciones y problemas, por lo que cuando llegan a la casa están muy cansados y de mal humor. Por lo tanto, cuando sus hijos los buscan, simplemente responden con “estoy muy cansado, otro día jugamos” o “dígale mejor a su papá”. Esto genera desconfianza en los niños al ver que cuando requieren de sus padres, reciben una respuesta evasiva. Es necesario buscar espacios de cuidado propio, tanto físico como mental, es decir, hacer espacio para los amigos, deporte, relajación, etc., lo que sea que ayude a que cuando lleguen a la casa, estén dispuestos a tomar su rol como padre y madre.
En resumen, este libro busca dar herramientas a padres y madres para que puedan tener una sana relación con sus hijos y aceptar las responsabilidades de cada uno, esto evitará traumas en los jóvenes y verán el ejemplo de lo que es un adulto emocionalmente estable que les brinde esa seguridad y confianza que requieren.
Si desea más información sobre este tipo de educación, no dude en llamar al centro educativo Nueva Esperanza o si desea concretar una visita para una asesoría sobre estos temas, el número al que debe llamar es 2277-4500 o puede escribir mediante el WhatsApp al 8497-8907.
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