Tipo de cambio se mantendría entre ¢500 y ¢510 para lo que resta del 2025
  • En su revisión de perspectivas económicas para Costa Rica al cierre del 2025, Mercado de Valores prevé un entorno de estabilidad cambiaria y crecimiento moderado, apoyado por mayores flujos de divisas y una actividad exportadora que se mantiene dinámica.
  • Inflación seguiría por debajo de la meta del BCCR y las tasas de interés podrían continuar moderándose en el corto plazo, en un escenario donde el Banco Central aún tendría espacio para un nuevo recorte de la tasa de política monetaria.

Noviembre, 2025. Los últimos meses del presente 2025 presentarán un comportamiento estable del Tipo de Cambio que estará en el rango de ₡500 a ₡510 colones e inclusive, con una mayor probabilidad a que continúe bajando, debido al ingreso de divisas de empresas transnacionales y a los recursos que genera la temporada alta en el sector turístico.

Lo anterior corresponde a las principales conclusiones que realizó el Grupo Financiero Mercado de Valores de la revisión de las perspectivas económicas para el cierre de año, que, además, señala que, aunque se ha registrado episodios puntuales de volatilidad en el precio del dólar, el comportamiento del mercado ha mostrado resiliencia y no se han consolidado presiones sostenidas al alza durante este 2025.

“Proyectamos un tipo de cambio estable con inclinación a la baja, impulsado por un mayor flujo de dólares en la economía. Aunque pueden darse movimientos de corto plazo durante los meses restantes, nuestro escenario central se mantiene dentro del rango de ₡500–₡510 para el cierre del año”, afirmó Mauricio Moya, Líder de Inversiones de Grupo Financiero Mercado de Valores.

En cuanto a la política monetaria, la entidad prevé que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) mantendrá una postura prudente, pero aún existe espacio para un recorte adicional en la Tasa de Política Monetaria (TPM) antes de finalizar el año. El bajo nivel de inflación y la ausencia de presiones de demanda apoyan condiciones financieras más flexibles de cara al 2026.

La inflación cerraría el 2025 en torno a -0,8%, mientras que para el 2026 se estima un acercamiento gradual hacia 1,8%, manteniéndose todavía por debajo del rango objetivo del Banco Central del 3% con una variación de un punto porcentual hacia el alza o la baja. La caída en los precios internacionales de combustibles y el menor costo de bienes importados continúan siendo factores que influyen en el indicador.

“La inflación continúa condicionada por precios internacionales y un precio del dólar que se mantienen bajos, lo que reduce el costo de los bienes importados. Este entorno abre espacio para que la política monetaria siga ajustándose gradualmente, favoreciendo condiciones financieras más predecibles para hogares y empresas en 2026”, agregó Moya.

En términos de actividad económica, se prevé que el PIB mantenga un crecimiento cercano al 4% durante 2025 y 2026, impulsado principalmente por el sector exportador. No obstante, el consumo interno ha mostrado una moderación que podría extenderse en el corto plazo, en línea con un menor dinamismo del ingreso disponible.

Desde la perspectiva fiscal, el balance primario se ubicaría alrededor de 1,3% del PIB, mientras que la relación deuda/PIB se mantendría ligeramente por debajo del 60%, aunque con sensibilidad a variaciones en el tipo de cambio, dado el peso de la deuda denominada en moneda extranjera.

Entre los riesgos al alza se contemplan episodios internacionales que eleven el costo de financiamiento o afecten la demanda externa. Por el contrario, la estabilidad cambiaria, los precios internacionales de materias primas y la persistencia de una inflación baja constituyen riesgos a la baja sobre las proyecciones actuales.

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