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Conozca los tres grandes beneficios de pasar de ahorrante a inversionista

  • Poner a trabajar en instrumentos financieros el dinero ahorrado es una excelente decisión para aumentar el patrimonio
  • Para incursionar en el mundo de las inversiones no es necesario contar con un gran capital ni conocimientos muy profundos del mercado financiero
Pasar de ahorrante a inversionista es una saludable decisión que genera beneficios al patrimonio de personas, familias y empresas.
El ahorro y la inversión son prácticas distintas, aunque igualmente recomendables y que están disponibles para todos los consumidores financieros. El ahorro es el excedente que resulta entre los ingresos y gastos después de cubrir necesidades y obligaciones, mientras que la inversión implica poner ese dinero ahorrado a trabajar, con el objetivo de hacerlo crecer a lo largo del tiempo.
Silvia Jiménez, directora Comercial de Grupo Financiero Mercado de Valores, explicó que, al invertir, se utiliza el dinero para adquirir activos financieros, como pueden ser acciones, bonos o fondos de inversión, en procura de generar una rentabilidad (ganancia).
“Al pasar del ahorro a la inversión, estamos tomando una decisión clave para asegurar un futuro financiero más sólido; no importa si se inicia con montos pequeños o con un conocimiento básico”, indicó Jiménez.
Estos son los beneficios al pasar de ahorrante a inversionista, según la especialista de Mercado de Valores:
1. El dinero no pierde su valor: Al optar por invertir, la persona no solo está buscando un retorno, sino que también protege su dinero de la inflación, un fenómeno que puede disminuir el poder adquisitivo de los ahorros a lo largo del tiempo.
2. El patrimonio crece: Invertir permite que el capital aumente con el tiempo, lo que contribuye a la construcción del patrimonio familiar o personal de manera sostenida.
3. Genera ingresos recurrentes en una etapa de vida específica: De esta forma el inversionista obtiene ingresos pasivos, como dividendos o intereses, que pueden ser clave en etapas de la vida como el retiro o el estudio de los hijos.
El mes de octubre, que en nuestro país es dedicado al ahorro, representa una oportunidad óptima para pasar de ahorrante a inversionista. Para dar los primeros pasos, Grupo Financiero Mercado de Valores recomienda conseguir el acompañamiento de un asesor profesional que le ayude a definir la estrategia adecuada, la gestión de riesgos y la selección de activos.
Silvia Jiménez, directora Comercial de Mercado de Valores, también aconsejó establecer los objetivos. “La persona tiene que preguntarse ¿para qué quiero invertir? Esto permite mantener el enfoque a largo plazo y establecer la estrategia adecuada”.
“Además, hay que conocer el perfil de riesgo; es decir, cuál riesgo se está dispuesto a asumir en relación con los rendimientos esperados. Cada persona tiene una tolerancia diferente en este tema; algunas están dispuestas a asumir más riesgos a cambio de mayores rendimientos, mientras que otras prefieren inversiones más conservadoras”, añadió Jiménez.
Por otra parte, existe la creencia de que las inversiones son exclusivas para quienes tienen grandes capitales, y que se requiere un amplio conocimiento en el mundo financiero para empezar a invertir.
“Esto no necesariamente es así. Un primer paso hacia las inversiones puede ser a través de un fondo de inversión, que son accesibles para todo tipo de perfiles y que pueden hacer que invertir sea sencillo. A partir de ahí, la persona puede ir ampliando sus conocimientos y elegir instrumentos más sofisticados que se puedan adecuar a su perfil”, concluyó la especialista de Mercado de Valores.