- Tradición cuenta con declaratoria de patrimonio cultural inmaterial desde el 2013
- Ministerio de Cultura y Juventud realiza esfuerzos para difundir, preservar y promocionar patrimonio inmaterial
Maribel Sánchez Grijalba, originaria de San Vicente, Nicoya, Guanacaste, recuerda su niñez rodeada de curiol -pigmentos- y barro, provenientes de las tierras que la vieron crecer. Su madre y su abuela le transmitieron los conocimientos y la pasión por la creación de piezas de cerámica chorotega, una herencia cultural que hoy comparte con su comunidad.
“Me gustaba mucho hacer piezas pequeñas. Siempre estaba a la par de mi mamá y a pesar de que solo observaba, ella me iba enseñando y explicando paso a paso. A los 10 años de edad, comencé a hacer mis propias piezas. Actualmente hago de todo, incluso réplicas precolombinas, tinajas, ollas, comales y todo lo tradicional que aprendí con mi mamá”, expresó Sánchez.En 2013, se publicó en La Gaceta la declaratoria de patrimonio cultural inmaterial a la tradición artesanal de manufacturación de objetos cerámicos con motivo chorotega, en las comunidades de Guaitil de Santa Cruz, San Vicente y Las Pozas de Nicoya, Guanacaste. La declaratoria reconoce las características que distingue esta artesanía y los conocimientos y saberes para la obtención, preparación de las materias primas, las técnicas de elaboración, decoración y pigmentos, prácticas y creencias asociadas, que son transmitidas oralmente de generación en generación, sumados a la creatividad y destrezas desarrolladas por las personas artesanas.
Sánchez explicó que los pigmentos naturales que se utilizan, conocidos como curiol, usualmente son rojos, blancos y negros, que se obtienen de un cerro con el mismo nombre. “Extraer el curiol es todo un ritual. Hay que subir la montaña durante varias horas, lo cual es peligroso por la presencia de serpientes. Además, es fundamental hacer silencio durante la extracción para no ahuyentar los pigmentos; si la luna está favorable, brotan las piedras rojas”, agregó Sánchez.
El Inventario Cultural Santa Cruz 2019, elaborado por la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), explica que el proceso de creación de una cerámica con el estilo artesanal chorotega incluye la preparación de la arcilla, el moldeado y pulido, la aplicación del curiol blanco, la pintada del diseño, el delineado y finalmente la cocción en el horno; un proceso que requiere de múltiples herramientas tradicionales como cuero, moldes, olotes, cucharas de jícaro, pinceles, brochas, piedras y cuchillas.
Salvaguardia de la manufactura de cerámica chorotega
Sánchez conserva la tradición de elaboración de piezas en cerámica chorotega después de casi 60 años, además es presidenta de la junta que administra el Ecomuseo de la Cerámica Chorotega y miembro de la Cooperativa de Artesanos de San Vicente y Guaitil (Coopesanguai).
Esta artesana lideró el proyecto “Rescate de la pintura de la cerámica chorotega”, junto a la antropóloga Adriana Méndez González, financiado con el fondo Becas Taller de la Dirección de Gestión Sociocultural del MCJ, iniciativa que desarrolló talleres durante el 2022, en el que participaron 20 personas de las comunidades de San Vicente, Las Pozas, Guaitil, Santa Cruz y Nambí, Guanacaste.
Los talleres incluyeron sesiones para la elaboración de las piezas, tales como el pateado del barro y las técnicas de modelado; seguido se realizó el proceso de pintura y técnicas; y finalizó con una gira al cerro del Curiol, para conocer la ruta, así como la forma de reconocer y extraer el material. Se abordó la tradición de forma integral y con el objetivo de involucrar a más personas en el oficio.
Luz Day Contreras Victor fue una de las participantes de los talleres. “Me siento orgullosa de mis raíces; viene de generación en generación. Mi emprendimiento se llama ‘Taller Jaguar’ y es una iniciativa donde involucro a mis hijos, a quienes vengo enseñándoles desde pequeños”, mencionó Contreras.
La elaboración de cerámicas chorotegas, además de representar una herencia cultural de los pueblos originarios, es una fuente de ingresos económicos para las familias, un atractivo turístico para la región y un punto de encuentro para las personas de estas comunidades.
“Mi mamá trabajaba las cerámicas y mi papá tenía bueyes y carretas, él jalaba el barro, la leña y la arena para mi mamá y otras mujeres que realizaban cerámicas en mi comunidad. Además, los hermanos de mi mamá a veces iban al cerro del Curiol para extraer los pigmentos”, señaló Sánchez.
Adicional a la declaratoria como patrimonio cultural, se han realizado esfuerzos desde diferentes sectores para la salvaguardia de la tradición.
Desde el MCJ se ha brindado apoyo económico y técnico mediante los fondos concursables de la Dirección de Gestión Sociocultural, con la finalidad de difundir, preservar y promocionar este patrimonio inmaterial. Además, desde la Dirección de Patrimonio Cultural, se realizó el Certamen Nuestras Artesanías Tradicionales, Edición 2019 “El espíritu del barro”, con el propósito de poner en valor, recuperar, fortalecer y salvaguardar técnicas, conocimientos y saberes de la cerámica chorotega y reivindicar este importante oficio.Desde las comunidades se fundó la primera cooperativa de mujeres artesanas de cerámica Chorotega y también Coopesanguai, con la finalidad de fortalecer, rescatar y promocionar la cerámica chorotega, de la zona de Guaitil de Santa Cruz, San Vicente y Las Pozas de Nicoya.Adicionalmente, en 2007 abrió sus puertas el Ecomuseo de la Cerámica Chorotega de San Vicente de Nicoya, un proyecto comunitario para rescatar y preservar el arte y la cultura de los ancestros chorotegas. Actualmente cuenta con 57 miembros artesanos y está abierto para todas las personas artesanas que quieran llevar productos para su exhibición y venta.
Según indicó Sánchez, en el 2023, este museo comunitario recibió a más de 600 estudiantes del Liceo de Nicoya, quienes participaron en procesos de talleres y demostraciones, con el objetivo de mantener vivos los conocimientos y saberes para la producción de la cerámica chorotega en las futuras generaciones.
“El Ecomuseo nació para no perder la tradición y cada día llevar más información mediante talleres a los niños, niñas y jóvenes. Para mí, la cerámica chorotega significa muchísimo y no quisiera que se perdiera, por eso queremos conservarla”, enfatizó Sánchez.
Además, desde las comunidades existen personas como Sánchez, quienes han asumido el compromiso de trasmitir todos sus conocimientos para mantener viva esta herencia cultural. “Yo me emocionó de verlos con tanto interés por aprender y tanto entusiasmo, esto permite que los jóvenes se involucren más, aunque no se dediquen a eso, brinda la oportunidad para que mantengan la tradición y la compartan con nuevas generaciones y se apropien de sus raíces”, expresó la ceramista Chorotega.
Puede conocer más sobre la cerámica chorotega en la serie audiovisual “Tradiciones. De Guaitil a San Vicente: ceramistas chorotegas”, elaborado por la Universidad Estatal a Distancia. Conozca también sobre la creación de cerámica chorotega en la comunidad de Puerto San Pablo de Nandayure, en el documento: “La tradición de la artesanía en barro en Puerto San Pablo de Nandayure”, un proyecto elaborado mediante los fondos concursables de la Dirección de Gestión Sociocultural del MCJ.
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